VIERNES 12
Sala 1 • 12 a 13 h
En los últimos años se han realizado investigaciones que han permitido determinar la eficacia de los campos magnéticos y su mecanismo de acción. Se han realizado estudios clínicos con rigor científico que demuestran los grandes beneficios de la magnetoterapia en el tratamiento del dolor. (Se presentarán algunos de estos estudios en la ponencia). Y todo ello sin pruebas técnicas que revelen efectos orgánicos negativos, aunque no deben usarse en personas con marcapasos, en embarazadas y en estados vasculares graves. Aunque los imanes están orientados al dolor, dado el efecto que este dolor produce sobre el estado de ánimo, considero que es una terapia que mejora las relaciones de las personas con su entorno. La considerable disminución de dolor que el paciente experimenta con un tratamiento tan sencillo y sin efectos secundarios, facilita que el paciente mejore su condición física y psíquica. El dolor provoca estados no deseados de frustración, resentimiento, estrés, etc., que repercuten en las relaciones sociales con familiares y amigos, entrando en un círculo vicioso de mal humor y desesperación que pueden llegar a rozar un estado depresivo. Así la magnetoterapia puede ayudar al paciente a mejorar la vida percibida con los sentidos, al disminuir la inflamación de los tejidos, mejora la percepción y la transmisión de información. Toda recuperación física lleva asociada la recuperación emocional. El conjunto de las experimentaciones realizadas sobre varios miles de casos clínicos en Japón, en China y en Francia insiste en la excelente tolerancia de los imanes locales estáticos. Los imanes reservados exclusivamente para uso terapéutico tienen forma de pastilla imantada de dimensiones (5 mm/1 mm) y están diseñados para situarlos sobre el cuerpo del paciente con el fin de facilitar su colocación cualquiera que sea el punto del cuerpo a tratar. Están compuestos de tierras raras y se consideran permanentes ya que el flujo que pueden perder no supera 1/1000 al año. Se constata que la intensidad óptima del campo magnético se sitúa entre 100 y 3000 gauss. El dolor se trata con la polaridad Norte del imán. (En la ponencia se explicarán experiencias clínicas con el uso de los diferentes polos). Se aseguran sobre la piel con tejido dermo-adhesivo microporoso y antialérgico, siendo resistentes al lavado sin frotar. Algunas indicaciones: distensiones musculares, tendinitis, contracturas post-traumáticas o de esfuerzo, hematomas. En reumatología (artrosis y reumatismos) a menudo puede suprimirse el uso de antiinflamatorios. En la experiencia se ha encontrado un alivio del 90% y reanudación del trabajo en un plazo medio de 2 días. Sobre el mecanismo de acción hay varias teorías: a) Influyen en la actividad celular gracias a una aceleración de los intercambios célula/medio extracelular, por reconstitución de la carga eléctrica de la membrana celular. b) La influencia del campo magnético ejerce una variación en la liberación de pequeñas cantidades de neurotransmisores. c) El aumento de temperatura provocado a nivel local, provocado por un campo magnético sobre un tejido vivo, certifica el aumento de circulación sanguínea que aporta oxígeno en la zona implicada.
En resumen: La magnetoterapia consiste en aplicar campos magnéticos fijos (en este caso) en diferentes zonas del cuerpo con dolor, alguna disfunción o traumatismo, con la intención de recuperar la salud física y psíquica del paciente. Entre los efectos terapéuticos más importantes se encuentra la importantísima capacidad de resolución del dolor en diferentes casos: distensiones musculares, tendinitis, contracturas post-traumáticas o de esfuerzo, hematomas. También puede aumentar la microcirculación local, es una importante ayuda contra la osteoporosis, ayudando también en la recuperación de fracturas, al mejorar el metabolismo del calcio y la cicatrización. Se hace patente el estado de relajación general lo que facilita la incorporación del paciente a la vida social con mejor ánimo. Es una terapia sencilla, respetuosa con el paciente y que no interacciona con la medicación que pueda estar tomando.
Doña Ana Jesús Soto García
Técnico en dietética y nutrición (Escuela Politécnica de Terrassa-Barcelona), Diplomada en Naturopatía en la Escuela CENAC de Barcelona, Master de Homeopatía con el Dr. Juan Pedro Ramírez de CENAC, Curso en la UB : Alternativas a los trastornos comunes de la infancia.